
MISTERIO EN LA LAGUNA. CAPÍTULO 11 Aeropuerto Reina Sofía Tenerife Sur. Sandra miró por la ventanilla y vio la silueta del Teide que destacaba, brillante, sobre un fondo azul celeste claro, y una sensación de bienestar la envolvió por completo. Estaba bien salir de la isla de vez en cuando para hacer turismo o ir de compras, pero no había nada como volver a casa. Las casi cinco horas de vuelo desde Munich a Tenerife se le habían pasado rápido. Sobre todo porque pudo echar una cabezadita de tres horas que compensó el madrugón que el grupo de viajeros tuvo que enfrentar para tomar el avión a primera hora. Llevaba toda la semana de madrugones encadenados para iniciar las visitas diarias. Los horarios alemanes tenían esas cosas. Se llevaba un buen recuerdo del sur de Alemania. El viaje, desde el lago Constanza hasta la Selva Negra, pasando por diversas localidades de Baviera, le había ofrecido una nueva perspectiva del pueblo teutón. Acostumbrada a ellos, como tod...